Mallorca y Zaragoza llegaban a Son Moix con cinco y seis partidos consecutivos sin perder...Y siguieron sin perder. Empate a cero que deja a los mallorquinistas con las ganas de achuchar el play-off y a los maños de dormir en la azotea de la clasificación. El Mallorca tardó cuarenta y cinco minutos en encontrar el ritmo adecuado del partido y cuando lo encontró sólo la falta de gol evitó que ganara. El Zaragoza dispuso de muchas llegadas, pero las más claras fueron locales. Seguramente el Zaragoza acabe entre los tres primeros. El Mallorca, sin embargo, lleva cinco de los seis partidos en casa imbatido y solamente la falta de gol ha evitado que sume, por lo menos, seis puntos más.
Poco a poco el Zaragoza iba ganando terreno y se sentía más cómodo. Su dominio solamente fue interrumpido por dos llegadas puntuales de los bermellones que no encontraban remate final. Y fueron los maños quienes acabaron la primera parte atacando. Los de Popovic aprovecharon el paso atrás del Mallorca, que poco a poco se fue desinflando y metiéndose inconscientemente en su área. En el Zaragoza brillaron Erik Morán en el centro del campo, Diamanka en tres cuartos y el tridente de arriba: Freddy, Ángel y Ortuño. El mejor del Mallorca en la primera mitad, el resultado.
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El mallorquinista Yuste peleando un balón / Imagen: LFP |
En la segunda mitad, el Mallorca salió, como viene siendo habitual en los últimos encuentros, con una marcha más respecto a la primera parte. Fruto de ello fueron las distintas ocasiones que tuvieron los de Ferrer para ponerse por delante en el marcador tras el descanso. Ya no era el Zaragoza el único equipo presente en Son Moix, el Mallorca también buscaba el gol. Pasados los veinte minutos, el técnico catalán optó por dar entrada a Brandon, que con el primer balón que tocó generó una ocasión clarísima que fue anulada por fuera de juego. Con Moutinho y el mallorquín sobre el campo, Chapi Ferrer buscó más desborde, más electricidad, más atrevimiento. El partido fue perdiendo equilibrio con el paso de los minutos y ambos equipos empezaban a descolgarse de tal forma que los ataques superaban a las defensas. En los instantes finales, el Mallorca lo intentó con más corazón que cabeza y el Zaragoza se limitaba a aguantar físicamente el partido y poner el piloto automático en ataque.
El Zaragoza mereció ganar en la primera parte y el Mallorca en la segunda. Conclusión, empate a cero merecido. Por una parte considero que lograr que un equipo que te marcó cuatro goles hace dos años y dos el año pasado no te marque ninguno es prueba de la evidente mejoría en defensa del Mallorca. Pero el lastre que lleva condenando en las últimas jornadas es la falta de gol. Si los de Ferrer tuvieran la pegada del año de Oltra, llevarían un par de semanas en el play-off
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