El Almería no puede y el Mallorca 'pasa'

El Almería no puede y el Mallorca 'pasa'

Estuvo a punto de llegar la quinta victoria de Fernando Vázquez. Pero el destino, el karma o la suerte hubiese sido demasiado injusta con un Almería que, mezclando impotencia y fragilidad, le puso más ganas. Los jugadores del Mallorca volvieron a confundir el estar replegados con el no ser intensos. Como viene sucediendo en partidos anteriores, el Mallorca no entró mal en el partido, pero a la mínima se vino abajo. Ortuño apenas pudo aparecer, Salomao fue invisible y Lago Júnior no creó peligro. Ante esta renuncia, los locales se fueron animando y poco a poco salieron de la cueva para acabar salvando un punto que sabe poco a ambos equipos.

El Almería de Néstor Gorosito se plantó en el terreno de juego con cinco defensas, como en las últimas jornadas, fiando el centro del campo a Lorenzo Reyes y José Ángel  y el ataque a Pozo y a Quique. Por su parte, el técnico mallorquinista salió con la misma alineación que ganó en Huesca y empató contra el Mirandés, a excepción de la portería. Los bermellones cedieron el esférico a los andaluces y se limitaron a esperar ordenados una pérdida local para crear peligro a través de contragolpes. La posición defensiva del Mallorca acabaría la primera mitad desinflándose llegando a defender prácticamente dentro de su propia área. Los almerienses, por su parte,  comenzaron el encuentro dubitativos pero poco a poco encontraron en la banda de Oriol y Salomao la vía para generar peligro.

Ximo y Truyols disputan un balón durante el partido / Imagen: LFP

A los veintidós minutos, un centro desde la banda de Dubarbier casi acabó en gol gracias a un espectacular remate de tacón de Reyes que se marchó cerca del palo derecho de la portería de Cabrero. La rigidez fue derivando en pasividad en el cuadro bermellón. Eso ayudó a los almerienses, que con el paso de los minutos ganaron metros y pasaron de indiciar dudas a superioridad sobre el terreno de juego. Se vio un centro del campo insular trasparente y a un Ximo Navarro, que volvía a enfrentarse a sus excompañeros, liderando el centro de la defensa andaluza. Rápido en las intercepciones y con buena salida del balón, virtudes que pegado a la banda derecha apenas relucían.  

Las esperanzas de que Fernando Vázquez echara mano de una mourinhina en el descanso se esfumaron en el momento en que Pérez Pallás pitó el inicio de la segunda mitad. Se siguió el mismo guion de la primera mitad: la parte activa la puso el Almería y la pasiva, el Mallorca. Y los locales dispusieron muy pronto de dos ocasiones claras para ponerse por delante. A los siete minutos una buena conducción de Pozo acabó con un balón para Quique que el delantero vallisoletano no pudo aprovechar para poner por delante al Almería. Su disparo se fue muy cerca del palo derecho de la portería mallorquinista. Al minuto siguiente, un balón lateral almeriense que no acertó en despejar Truyols acabó en las botas de Juan Ramírez, que tampoco aprovechó para adelantar a los suyos en el marcador. 

Pasado el minuto diez, el Harry Potter de Castrofeito movió el banquillo y dio entrada a Edu Campabadal en detrimento de un Lago Júnior que, un partido más, apenas creó peligro. Apenas intervino en ataque y ello provocó que se fuera frustrado al banquillo. Gorosito, por su parte, fue valiente y quitó del terreno de juego a Fran Vélez y metió a Chuli. Toda una declaración de intenciones que se tradujo en la marcha de un defensa y la entrada de otro delantero. Mientras tanto, al Mallorca sólo se le vio debido a ciertos chispazos de Ortuño en alguna aparición en ataque. 

A quince minutos del final, una falta desde unos 35 metros sacada por Joan Oriol fue rematada por Héctor Yuste para poner por delante al Mallorca. Los insulares conseguían anotar en el primer disparo a portería y el murciano anotó su primer tanto con el Mallorca. Pero los almerienses no dieron su brazo a torcer. A diez minutos del final, en una jugada individual, el recién entrado Chuli estrelló el balón en el larguero. Y en la jugada siguiente, una falta muy rigurosa de Campabadal acabaría con el tanto del empate, obra de José Ángel, tras varios rechaces que la defensa bermellona no controló. 

La sensación que dejó el encuentro es de vacío. Una maravillosa oportunidad para sumar los tres puntos para dos equipos muy necesitados. Sobretodo para un Mallorca que la próxima semana recibirá al líder. Siendo sinceros, el punto es mejor para los bermellones que para el Almería, que una semana más seguirá en descenso. Pese a la dinámica que llevan creo que se van a salvar con bastante solvencia. El Mallorca, también. Seguramente encuentre antes la salvación que el estilo de juego, que, un partido más, deja bastante que desear.