Han pasado menos de 24 horas desde que el Real Madrid perdiese en el Volkswagen Arena y del partido se han sacado diversas lecturas, en las que no voy a entrar, así como algunos debates. No voy a entrar en si Rocchi perjudicó o no al Real Madrid porque el resultado no fue injusto por el penalti mal señalado a Casemiro. Tampoco voy a culpar principalmente a Zidane del partido de los suyos porque el entrenador tiene cierta responsabilidad, pero a su vez limitada, tanto en las victorias como en las derrotas. Voy a ir más allá. Algunos (los que ahora leéis el primer artículo de este blog) pensaréis que atizaré a Florentino Pérez, tradición arraigada y deporte nacional, pero no. Frío, frío.
Antes de gritar contra alguien se debe pensar y antes de protestar, analizar. El Real Madrid entró fatal muy mal en el partido contra el Wolfsburgo y a las primeras de cambio ya se veía por detrás en el marcador. ¿Os suena esta película? A mí sí. Esta temporada se ha repetido más veces que Titanic. Ya sucedió en el Clásico del Santiago Bernabéu, en el Madrigal, en Mestalla, en el Benito Villamarín, en el derbi,...Por la razón que sea los jugadores no ha salido concentrados en muchos de los partidos jugados fuera de casa. Repito, los jugadores. Esa falta de tensión se podría entender en el último partido de la temporada sin nada en juego o en el primer amistoso de julio. Pero los jugadores del Real Madrid han tirado la Liga y han dejado al borde del barranco la Champions por falta de tensión, de nervio competitivo, de carácter, de orgullo, de intensidad y de ambición. Sobretodo, esto último.
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James Rodríguez, durante el partido contra el Woflsburgo / Imagen: Helios de la Rubia |
Llegado a este punto me diréis que si soy un exagerado, que el resultado de Wolfsburgo es remontable y que si hay mejor plantilla. Sí. El Real Madrid tiene mejor plantilla, uno por uno jugadores mucho mejores que el Wolfsburgo. Y para saber esto no hace falta ser Maldini. Pero lo que ningún equipo serio puede (o debe) tolerar, y más el equipo con más Copas de Europa, es que el octavo de la Bundesliga te pinte la cara y apenas le crees peligro. Los alemanes contrarrestaron la calidad de los blancos con oficio, orgullo y carácter. No lo digo yo, lo dicen las estadísticas de la UEFA, que muestran cómo los alemanes corrieron 110.440 metros por 105.762 del equipo blanco. Se puede perder de muchas formas, porque forma parte del deporte y de la vida. Uno perderá muchas veces y acabará con los abdominales de Rafa Nadal de las veces que caiga y tenga que levantarse. Pero jamás se debe de pecar de pereza o de desidia.
No vale la excusa del entrenador. Rafa Benítez, hasta cierto punto, fue el principal culpable de los número del conjunto blanco. Pero se ha cambiado al entrenador y los jugadores se han congratulado del cambio. Y lo han escenificado ante los medios. Jugadores como James Rodríguez, principal señalado esta temporada, Isco, Toni Kroos o Danilo han de dar un paso hacia adelante. Estos cuatro jugadores han mostrado un nivel muy inferior de lo que se espera de ellos. Los dos primeros por falta de actitud y los últimos por mal estado físico. Precisamente estos cuatro, a quienes la afición tiene señalados en mayor o menor medida, han de ser los primeros en dar un paso adelante en el partido de vuelta. El técnico francés les ha dado más oportunidades que El Corte Inglés para pagar una lavadora a plazos y ellos no lo han aprovechado. Kroos, porque Ancelotti lo mal acostumbró a jugar en el doble pivote al más puro estilo Xabi Alonso. Pero en esa posición sólo se ve un 50% de Toni Kroos.
A estas alturas de la temporada no les pediremos a los jugadores del Real Madrid que ganen todos los partidos y que ganen por más de cinco goles. Pero sí que se les debe pedir, como mínimo, el compromiso que debe asumir cualquier profesional que juega al fútbol y más en un equipo como el Real Madrid. Si James está enfadado porque no juega, que corra más. Y si no acepta su suplencia, que se vaya, que todavía puede explotar en otro equipo. Dos cuartas partes de lo mismo a Isco. Quien no quiera correr que se dedique al macramé. Y, ojo, esto que digo de estos cuatro jugadores es perfectamente desplazable al resto. Incluida la BBC. Desde que el Madrid se despidió de la Liga en el derbi, Zidane afronta cada partido como una final para evaluar a su plantilla de cara al año que viene. Conviene no olvidarlo. El francés tendrá plenos poderes para confeccionar la plantilla la próxima temporada. Y por lo tanto, quien no aproveche su oportunidad que se vaya, sea uno, sean dos o sean seis. Cuando la desconexión se convierte en una tendencia en los partidos, la culpa no puede ser otra que de los jugadores.
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