De 'La Masía' a la demasía

De 'La Masía' a la demasía

Había una época en la que la cantera del Barça parecía el bolsillo de Doraemon. De allí salían todas las soluciones para los problemas del primer equipo. Pep Guardiola abrió el grifo y jugadores a montones pasaron de jugar en Tercera División (o Segunda B) a visitar el Vicente Calderón, el Sánchez Pizjuán, el Santiago Bernabéu o a dar la victoria a los azulgranas en algún Clásico. En 2009 me llegué a creer que de las categorías inferiores del Barça cada año salía un Messi, un Iniesta o un Xavi. Parecía la granja de Pinypon o Alicia en el País de las maravillas. Todo era felicidad. Hasta que un día las maravillas se acabaron y de ese grifo dejaron de salir Busquets y Pedros en detrimento de Jeffrens y Cuencas. Que, oiga, no están mal, pero acostumbrados al caviar... Las cosas a día de hoy han cambiado mucho. La Masía ha pasado de ser la Casa de la Pradera a la casa de Gran Hermano

En aquella época se podía fardar de lo de casa. El Barça podía apropiarse del eslogan de Casa Tarradellas: Como en casa, en ningún sitio. Joan Laporta, mejor presidente que ha pisado el Camp Nou, llegó a decir que "el Barça fabrica balones de oro, otros tienen que comprarlos", en referencia al fichaje de Cristiano Ronaldo por el Madrid. Pero es que, aprovechando que La Masía funcionaba a las mil maravillas, todo y quien pudo se metió con la política de fichajes de Florentino Pérez. ¡Hasta el arzobispo de Barcelona! Sí, don Lluís Martínez Sistach llegó a calificar las cifras del traspaso del portugués como "dispendios descomunales". Parecía no haber un límite y que el pagar millonadas por jugadores era algo ilegal. Mientras la vaca daba leche molaba restregarlo al eterno rival. 


Guardiola, en su época en el Barça, y el actual presidente Bartomeu/I: Danang Karniawan y Fco. J. Fernández

Ahora las cosas son distintas. Si bien en el año 2009 en la plantilla del Barça había hasta 18 canteranos en la actual hay apenas 10. Casi la mitad. Mientras que en la actual plantilla de Zinedine Zidane hay 8. Aquellos directivos y entrenadores del Barça que durante tantos años cuidaron la metodología y la filosofía de cantera ven como hoy el Real Madrid, a quien criticaron la poca mano que tenía con el fútbol base, sólo tiene dos canteranos menos en el primer equipo. Pero seguramente lo que escueza más es que lo que en un principio criticó el socio culé hoy lo acepte: el billeteo. Si en el año 2009 un socio del Barça de toda la vida me decía "bah, el Real Madrid sólo funciona a base de fichajes, en el Barça cuidamos las tradiciones" hoy me aplaude las llegadas de Neymar, Rakitic, Arda y André Gomes. De la directiva no digo nada porque, si bien el equipo de Bartomeu lo niega, es evidente que su política deportiva es de funcionar a golpe de talonario. Y eso es tan digno como querer fiar la base del primer equipo a jugadores de la casa, como sucedía con Joan Laporta o Pep Guardiola. 

Pero lo que más llama la atención es el contexto en el que nos encontramos. En el año 2011 Víctor Valdés, por aquel entonces portero titularísimo, que diría el nuevo entrenador del Hebei China Fortune (o algo así), se preguntaba cuántas Champions League había ganado el Real Madrid en color. El giro brusco que ha dado la trayectoria de la cantera del Barça es inversamente proporcional a la de los blancos en relación a dinero gastado y Copas de Europa ganadas. En las últimas tres temporadas el Real Madrid ha ganado dos Champions League habiéndose gastado cien millones de euros menos que el Barça. Por una parte, las políticas que tanto criticaban desde la ciudad condal parecen haberles jugado una mala pasada. Los 81 millones Luis Suárez, los 20 por Mathieu, los 34 por Arda, los 18 por Aleix Vidal o los 4 por, el todavía empaquetado, Douglas sólo han servido para traer una Copa de Europa. ¿Se acuerdan de lo que sucedía cuando Florentino Pérez pagaba un millón más de lo que costaba por un jugador? Pues eso. En Can Barça se ha pasado de La Masía. Se ha pasado por completo hasta descender al equipo a Segunda B revolucionando la plantilla. El hueco que antes ocupaban los nois ahora lo ocupan los billetes.