Los goles sobre las Íes (Isco e Iago) en Wembley

Los goles sobre las Íes (Isco e Iago) en Wembley

Isco salvó un ensayo fallido en Wembley. El tanto del malagueño y la obra de arte de Iago Aspas salvaron un partido infame en el que Inglaterra dio un recital a España como equipo. Un recital de (1) presión, (2) intensidad, (3) colocación y (4) ambición. El equipo español notó en exceso las ausencias tanto de Sergio Ramos como Piqué y se vieron unas facilidades en defensa poco habituales para un equipo como el de Lopetegui. Esas dos bajas han permitido al seleccionador hacer todo un casting en la retaguardia. En estos dos partidos (Inglaterra y Macedonia) ha utilizado a seis jugadores diferentes para probarlos en caso de necesidad. Y quien peor parado ha salido es Íñigo Martínez, que tuvo una noche para olvidar. Erró en los dos goles y casi provocó alguno más.

Wembley era el lugar reservado para un partido que de amistoso solo tenía el nombre. Julen Lopetegui dirigía su sexto partido como seleccionador nacional y lo hacía ante una Inglaterra en proceso de regeneración tanto en el banquillo como en el césped. El técnico de Asteasu hasta la fecha se había enfrentado a dos selecciones top: Bélgica, contra quien debutó en este banquillo y a quien venció por 0-2, e Italia, contra quienes rascó un empate a uno. Para seguir invicto decidió apostar por Pepe Reina, como principal sorpresa en la portería, y Aritz Aduriz en punta de ataque, custodiado por la pareja canaria de moda: Silva-Vitolo

En la primera parte, solo Inglaterra dio la sensación de tomarse en serio el partido. España salió desconectada y acabó desquiciada. El encuentro comenzó con una entrada terrible. La que hizo Jamie Vardy sobre Azpilicueta. El delantero del Leicester despejó un balón con la desmesura suficiente como para dejarle los tacos en el tobillo. El colegiado perdonó la expulsión al jugador inglés. Pero España perdería el control del encuentro y se pondría por detrás en el marcador en cuestión de segundos. Un pase a la espalda de un errático Íñigo Martínez lo aprovechó el propio Vardy para plantarse delante de Pepe Reina y obligar al cancerbero a cometer penalti. Desde los once metros Lallana, que minutos después abandonaría lesionado el terreno de juego, no perdonó.

Iago Aspas, en la ejecución del primer gol a Heaton / Imagen: UEFA
 
La ventaja inglesa permitió a los de Gareth Southgate perder cualquier complejo con el que pudiesen haber salido. La selección española había salido con tres centrales y una línea de presión muy alta, pero la confianza de Inglaterra al adelantarse en el marcador obligó a ser cauto con el balón. Además, los ingleses estuvieron muy bien colocados en el verde mientras no tuvieron el balón, por lo que a España le resultaba muy difícil encontrar espacios entre la telaraña inglesa. Y más habiendo salido con una marcha menos. Ésta fue una de las causas por las que los ingleses fueron dueños del encuentro. Inglaterra presionó más, presionó mejor y ejecutó su estrategia más rápido. Además, no ayudaron las continuas pérdidas de los españoles en el centro del campo. Unos sabían qué hacer y otros no. O esa fue la sensación.

La segunda parte comenzó igual que la primera. O peor. La única diferencia fue la entrada de Iago Aspas y Koke por Vitolo y Mata. La enésima pérdida de balón de la selección en el centro del campo acabó en el segundo tanto local. Gol en el que erró de nuevo Íñigo Martínez al dejar libre a Vardy para que anotara su particular doblete. Con el paso de los minutos, Inglaterra fue notando el cansancio y levantó el pie del acelerador. La entrada de Nolito, Isco y Morata ayudó a que pisara con más continuidad el área de Heaton. El infame partido que había disputado durante los 88 minutos, España trató de adornarlo con un golazo que llevó la firma de Iago Aspas. El gallego no podía tener mejor estreno con La Roja. En Wembley y marcando semejante golazo desde el vértice del área. Pero en la última jugada del partido, cuando el colegiado iba a señalar el final del encuentro, Isco se encontró un balón muerto en el área pequeña y batió al guardameta inglés para rescatar un empate que sabe a victoria más por la remontada que por el juego. Un gol que al malacitano tampoco le vendrá nada mal para ganar confianza y galones en el Real Madrid.

Pese al mal partido, creo que hay motivos para ser optimista. Desde el punto de vista resultadista, Julen Lopetegui sigue invicto como seleccionador: cuatro victorias y dos empates. Además, se ha empatado un partidos que tres minutos atrás se tenía perdido. Y sea ha empatado contra una de las selecciones que mejor se están regenerando con mucho margen de mejora. Si el seleccionador es inteligente, que lo es, sabrá extraer estas conclusiones y analizar este claro diagnóstico negativo en defensa que ha sacado el partido. Todo gran equipo se comienza construyendo por la defensa. Perdón, todo equipo.

Anotando...

Reina: 5. Apenas tuvo trabajo. El dominio inglés no se tradujo en disparos a puerta.
Azpilicueta: 5. Fue de más a menos. La presión local no le permitió subir al área rival.
Íñigo Martínez: 4. El principal señalado. El exceso de confianza le jugó una mala pasada. Erró en los dos goles.
Nacho Fernández: 5. Sufrió constantemente con las embestidas locales. La descoordinación del equipo le perjudicó.
Carvajal: 5. Subió cuando la presión inglesa cedió y de sus botas nacieron las mejores ocasiones.
Busquets: 4. Totalmente desconocido. Perdió muchos balones. Balones fáciles.
Thiago: 4. Intentó generar juego por dentro pero fue imposible. Marcó el ritmo de La Roja. Un ritmo lento y previsible.
Vitolo: 6. De lo poco destacable en un inexistente ataque.
Mata: 4. Ofuscado. Incapaz de aguantar el ritmo del partido.
Silva: 4. Trasparente. Apagado. La chispa de la selección que no apareció.
Aduriz: 5. No pudo hacer su trabajo porque no le llegaron balones. Sudó en defensa lo que no pudo en ataque.
Iago Aspas: 8. Peleó, luchó y fue desequilibrante. Concluyó su actuación con golazo.
Koke: 5. Jugó demasiado retrasado y estuvo más pendiente de defender que de repartir juego.
Ander Herrera: 6. Sin espacios. Le puso ganas, pero se encontró con la defensa perfecta inglesa.
Morata: 5. Buen partido con el cuerpo y más que discreto con el balón.
Isco: 7. Peleón y goleador. Encontró el desequilibrio que sus compañeros no habían logrado. Salvó un partido desastroso.
Nolito: 6. Fue uno de los culpables de la mejoría y de que España terminara el partido en el área rival.