El Real Madrid adelantó siete minutos su minuto mágico. En lugar del 93, esta vez fue el 86 el minuto de júbilo y éxtasis. Marcelo se vistió de salvavidas cuando Parejo había puesto contra las cuerdas a los blancos y había ofrecido el liderato al FC Barcelona. Un gol que nació de una segunda jugada. Una jugada personal del brasileño que sacó los colores a una defensa valencianista muy endeble. Pero además del necesario valor de este triunfo, el partido dejó una segunda lectura clara: el Real Madrid es un equipo dual. Pepe Mel tenía razón: es casi más fácil derrotar al equipo B que al equipo A. Hoy se ha visto. De hecho, el equipo A, titularísimos y muchos, por el momento, casi intocables han estado contra las cuerdas. Esa vulnerabilidad que ha ofrecido por momentos el Real Madrid no viene de esta semana. Hay varios jugadores titularísimos que no están en su mejor nivel. Y eso no debe impedir que cualquier jugador del equipo B pueda quitarles el puesto.
En esta ocasión, el elegido fue James Rodríguez. Resultaba extraño que de las tres alternativas que manejaba Zidane para suplir a Gareth Bale, eligiese al que menos había destacado en los últimos partidos. Aunque, en una interpretación puramente materialista, los tres goles en los últimos dos partidos pesaban. El colombiano obligó a que Isco y Marco Asensio esperaran su turno en el banquillo. La Liga estaba en juego y Zidane no escatimó a la hora de formar el once titular. Una alineación totalmente diferente a la que salió de inicio en Riazor, con la excepción de Nacho y Marcelo. El Madrid B, que diría Pepe Mel, había dejado el listón muy alto, y el Madrid A debía reivindicar su condición de titular. Todo ello con la visita de un Valencia que venía dispuesto a desbaratar la Liga, como venía haciendo en las últimas temporadas.
Pronto estuvieron los pupilos de Voro de ocasionar el primer disgusto a los blancos. Cuando todavía no se había superado el primer minuto de partido, un error de Sergio Ramos, que despejó atrás un balón aéreo, casi lo aprovechó Santi Mina para abrir el marcador. El gallego falló el mano a mano ante Keylor Navas y el rebote desde el vértice izquierdo lo mandó al palo. Esta ocasión sería un espejismo valencianista, puesto que en seguida decidió replegarse atrás para buscar el contragolpe. Los chés pecaron de replegarse demasiado atrás y, poco a poco, los blancos irían conquistando campo contrario. La primera ocasión madridista llegaría en la testa de un decaído Karim Benzema. Un centro de Cristiano Ronaldo a pierna cambiada, desde la banda derecha, lo remató el francés de forma muy blanda al centro de la portería, donde estaba el brasileño. Pero el Valencia de tanto en cuanto respondería al dominio local con un contragolpe peligroso. En esta ocasión, Orellana aprovechó un desajuste entre Sergio Ramos y Nacho para recibir un balón, pero efectuó un mal disparo fruto de una mala orientación corporal.
El desequilibrio llegaría bordeando la media hora. Un centro perfecto de Dani Carvajal lo aprovechó Cristiano Ronaldo para batir de cabeza a Diego Alves por su derecha y adelantar al líder. El luso aparecía cuando más falta de claridad mostraban los blancos arriba. El gol provocó que los valencianistas afrontaran el último cuarto de hora con cierta desorientación. Una desorientación a la que contribuyó la mayor presencia de Modric en el Real Madrid y que provocó que los visitantes perdieran varios balones fáciles. Al Real Madrid le faltaba velocidad y ritmo, pero esas carencias le habían bastado para llegar al descanso por delante en el marcador.
La reanudación comenzó con más ocasiones que juego. A los nueve minutos, Benzema hizo acto de presencia para, previo regate a Garay, estrellar un balón al palo largo de Diego Alves tras haber recibido de Marcelo. Sin embargo, en el rechace Dani Parejo sujetó a Modric sobre la línea de fondo y Jesús Gil Manzano señaló penalti a favor de los locales. Cristiano Ronaldo fue el encargado de materializar la pena máxima, pero bajo palos le esperaba el portero con mejor promedio de penaltis parados de la Liga. El guardameta brasileño haría valedora su condición y adivinó la intención del portugués. Un error que repercutiría en los blancos durante los minutos siguientes a modo de ansiedad. Zidane intentaría solucionarlo a los veinte minutos metiendo a Marco Asensio en sustitución de un ovacionado James. No obstante, el Real Madrid se complicaría la vida en su propio campo con imprecisiones que derivaban en faltas a favor de los visitantes.
En el minuto 78, Cristiano Ronaldo perdonó el segundo gol tras un centro de Marco Asensio que el portugués, vencido Diego Alves, mandaría fuera. La ocasión se cobraría dos golpes, los que se llevaron Toni Lato, de los mejores del Valencia, y Cristiano. En la jugada siguiente, Dani Parejo decidiría poner, a través de un libre directo, la Liga patas arriba. Un golazo por la escuadra que obligaba a los blancos a buscar un segundo tanto. Los blancos decidieron arriesgar e ir al ataque. No les quedaba otra. Parejo había puesto contra las cuerdas a su ex equipo y había puesto en bandeja el liderato a Luis Enrique. Pero, a falta de combinación y coordinación en el juego, los blancos se enriquecieron a base de segundas jugadas. En una de ellas, Marcelo, comenzó a regatear rivales y colocó el balón desde la frontal del área al palo derecho de su compatriota Diego Alves. Una ejecución que valía tres puntos. Una ejecución que pudo valer una Liga.
En esta ocasión, el elegido fue James Rodríguez. Resultaba extraño que de las tres alternativas que manejaba Zidane para suplir a Gareth Bale, eligiese al que menos había destacado en los últimos partidos. Aunque, en una interpretación puramente materialista, los tres goles en los últimos dos partidos pesaban. El colombiano obligó a que Isco y Marco Asensio esperaran su turno en el banquillo. La Liga estaba en juego y Zidane no escatimó a la hora de formar el once titular. Una alineación totalmente diferente a la que salió de inicio en Riazor, con la excepción de Nacho y Marcelo. El Madrid B, que diría Pepe Mel, había dejado el listón muy alto, y el Madrid A debía reivindicar su condición de titular. Todo ello con la visita de un Valencia que venía dispuesto a desbaratar la Liga, como venía haciendo en las últimas temporadas.
Pronto estuvieron los pupilos de Voro de ocasionar el primer disgusto a los blancos. Cuando todavía no se había superado el primer minuto de partido, un error de Sergio Ramos, que despejó atrás un balón aéreo, casi lo aprovechó Santi Mina para abrir el marcador. El gallego falló el mano a mano ante Keylor Navas y el rebote desde el vértice izquierdo lo mandó al palo. Esta ocasión sería un espejismo valencianista, puesto que en seguida decidió replegarse atrás para buscar el contragolpe. Los chés pecaron de replegarse demasiado atrás y, poco a poco, los blancos irían conquistando campo contrario. La primera ocasión madridista llegaría en la testa de un decaído Karim Benzema. Un centro de Cristiano Ronaldo a pierna cambiada, desde la banda derecha, lo remató el francés de forma muy blanda al centro de la portería, donde estaba el brasileño. Pero el Valencia de tanto en cuanto respondería al dominio local con un contragolpe peligroso. En esta ocasión, Orellana aprovechó un desajuste entre Sergio Ramos y Nacho para recibir un balón, pero efectuó un mal disparo fruto de una mala orientación corporal.
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Marcelo, celebrando el gol de la victoria junto con Sergio Ramos y Marco Asensio / Image de La Liga |
El desequilibrio llegaría bordeando la media hora. Un centro perfecto de Dani Carvajal lo aprovechó Cristiano Ronaldo para batir de cabeza a Diego Alves por su derecha y adelantar al líder. El luso aparecía cuando más falta de claridad mostraban los blancos arriba. El gol provocó que los valencianistas afrontaran el último cuarto de hora con cierta desorientación. Una desorientación a la que contribuyó la mayor presencia de Modric en el Real Madrid y que provocó que los visitantes perdieran varios balones fáciles. Al Real Madrid le faltaba velocidad y ritmo, pero esas carencias le habían bastado para llegar al descanso por delante en el marcador.
La reanudación comenzó con más ocasiones que juego. A los nueve minutos, Benzema hizo acto de presencia para, previo regate a Garay, estrellar un balón al palo largo de Diego Alves tras haber recibido de Marcelo. Sin embargo, en el rechace Dani Parejo sujetó a Modric sobre la línea de fondo y Jesús Gil Manzano señaló penalti a favor de los locales. Cristiano Ronaldo fue el encargado de materializar la pena máxima, pero bajo palos le esperaba el portero con mejor promedio de penaltis parados de la Liga. El guardameta brasileño haría valedora su condición y adivinó la intención del portugués. Un error que repercutiría en los blancos durante los minutos siguientes a modo de ansiedad. Zidane intentaría solucionarlo a los veinte minutos metiendo a Marco Asensio en sustitución de un ovacionado James. No obstante, el Real Madrid se complicaría la vida en su propio campo con imprecisiones que derivaban en faltas a favor de los visitantes.
En el minuto 78, Cristiano Ronaldo perdonó el segundo gol tras un centro de Marco Asensio que el portugués, vencido Diego Alves, mandaría fuera. La ocasión se cobraría dos golpes, los que se llevaron Toni Lato, de los mejores del Valencia, y Cristiano. En la jugada siguiente, Dani Parejo decidiría poner, a través de un libre directo, la Liga patas arriba. Un golazo por la escuadra que obligaba a los blancos a buscar un segundo tanto. Los blancos decidieron arriesgar e ir al ataque. No les quedaba otra. Parejo había puesto contra las cuerdas a su ex equipo y había puesto en bandeja el liderato a Luis Enrique. Pero, a falta de combinación y coordinación en el juego, los blancos se enriquecieron a base de segundas jugadas. En una de ellas, Marcelo, comenzó a regatear rivales y colocó el balón desde la frontal del área al palo derecho de su compatriota Diego Alves. Una ejecución que valía tres puntos. Una ejecución que pudo valer una Liga.
Anotando...
Keylor Navas: 6. Salvó el gol al minuto de partido y cuajó una gran actuación.
Carvajal: 7. Si no fuera por los espacios que deja atrás, sería el mejor lateral del mundo. Extraordinario en ataque.
Sergio Ramos: 4. Una fuente de facilidades para el Valencia.
Nacho Fernández: 5. Está perdiendo la fiabilidad de diciembre. Ha de dar un paso adelante.
Marcelo: 8. Fue ganando presencia con el paso del partido. Apareció cuando más lo necesitaba el equipo. Gol que puede valer una Liga.
Casemiro: 5. Espeso, lento y desquiciado. Pero aun así, imprescindible.
Modric: 5. De menos a más, pero lejos de su mejor nivel. Poco a poco se fue metiendo en el partido.
Toni Kroos: 7. Sin hacer mucho ruido cuajó un partidazo. Orden y fiabilidad en el medio.
Cristiano Ronaldo: 6. Mostró su versión rematadora, pero falló en la desequilibrante.
James Rodríguez: 6. Más presente en el medio que cerca del área. No le faltó actitud, trabajo y sacrificio. Casi marca un golazo de falta. Se marchó ovacionado
Benzema: 4. Se busca. Solo apareció para estrellar un balón en el poste. Poco más.
Marco Asensio: 7. Sigue siendo el agitador de los partidos. El revulsivo. Le ha ganado el puesto de comodín a Lucas Vázquez. Espléndido.
Álvaro Morata: 4. El sombrero en el gol de Marcelo no tapa sus fallos en jugadas clave. Tuvo el 2-0.
Lucas Vázquez: 5. Apenas gozó de treinta segundos.
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